De ingeniero a artista: cómo escuchar el llamado del alma transformó mi vida.

El arte no tiene edad, solo tiene alma.


Esta frase ha sido mi guía desde el momento en que decidí dejar atrás lo seguro para seguir mi verdadera pasión: la pintura. A mis 68 años, tomé una de las decisiones más valientes de mi vida, y hoy quiero compartir contigo cómo ese cambio no solo transformó mi vida, sino que también me permitió conectar con mi esencia más profunda y compartirla con el mundo. Si estás sintiendo un llamado similar, espero que mi historia y estos consejos te inspiren a dar el primer paso.

La llama que siempre estuvo ahí:

Desde niño, el arte fue mi refugio. Recuerdo pasar horas dibujando y pintando, explorando colores y formas que me permitían expresar lo que las palabras no podían. Sin embargo, la vida me llevó por otro camino: la ingeniería civil. Durante décadas, me dediqué a ello pero en mi interior, siempre latía una llama artística que no podía ignorar. Aunque exploré otros ámbitos, como la decoración, algo en mí sabía que mi verdadero propósito estaba en otro lugar.

Pregunta poderosa para ti:
¿Hay algo en tu vida que siempre ha estado ahí, esperando ser escuchado? ¿Qué pasaría si le dieras espacio para florecer?

El momento de la decisión:

A los 68 años, después de una vida dedicada a la ingeniería, sentí que era el momento de escuchar ese llamado interior que había estado esperando tanto tiempo. No fue una decisión fácil; dejar atrás lo seguro, lo conocido, para adentrarme en lo desconocido. Pero algo en mí sabía que era el momento de volver a mis raíces, de retomar los pinceles y sumergirme de lleno en la pintura. No solo como una forma de expresión, sino como un camino hacia la sanación y el autodescubrimiento.

Tips para dar el primer paso:

  1. Escucha tu intuición: A veces, la voz interior es suave, pero persistente. Presta atención a lo que te dice.

  2. No temas al cambio: Lo desconocido puede dar miedo, pero también es donde ocurre la magia.

  3. Empieza pequeño: No necesitas dejar todo de golpe. Dedica tiempo a tu pasión poco a poco y ve cómo crece.

El arte como sanación:

Cuando retomé la pintura, no solo estaba creando obras de arte; estaba sanando mi alma. Cada trazo de pincel era una forma de conectar con mis emociones más profundas, de liberar todo aquello que había guardado durante años. A través del arte, encontré una manera de sanarme a mí mismo y, al mismo tiempo, de compartir esa energía transformadora con el mundo. Cada obra que creo es un pedacito de mi alma, una invitación a otros a conectar con sus propias emociones y a atreverse a vivir con autenticidad.

Pregunta poderosa para ti:
¿Qué actividad o pasión te hace sentir vivo? ¿Cómo podrías integrarla más en tu vida?

Un mensaje para ti:

Si hay algo que he aprendido en este viaje, es que nunca es tarde para seguir tu pasión. No importa cuántos años hayas dedicado a otra cosa, no importa cuántas veces hayas pospuesto ese sueño. El arte, como la vida, no tiene edad. Lo único que importa es escuchar ese llamado interior y atreverte a dar el primer paso. Porque, al final, no se trata solo de crear arte; se trata de crear una vida que esté en sintonía con tu esencia más profunda.

Tips para seguir tu pasión:

  1. Encuentra tu "por qué": ¿Qué te mueve a seguir tu pasión? ¿Qué impacto quieres tener en tu vida y en la de los demás?

  2. Rodéate de apoyo: Busca personas que te inspiren y te animen a seguir adelante.

  3. Celebra cada pequeño logro: Cada paso que das hacia tu sueño es una victoria. ¡Celébralo!

Conclusión:

Hoy, mi arte no solo embellece espacios; es un puente entre el pasado y el presente, entre la historia y las emociones. Cada obra que creo es una invitación a todos a escuchar su propio llamado interior y a atreverse a vivir con pasión y autenticidad. Si mi historia te ha inspirado, te invito a explorar mi galería y a descubrir cómo el arte puede transformar no solo un espacio, sino también una vida.